Amigos del blog, como no todas son historias de horror, hoy les traigo esta entrada de lo que son los apodos, espero le guste
Los Apodos
Pueden ser graciosos,
groseros, egocéntricos, atinados, desatinados, ofensivos, alusivos,
crueles, obvios, merecidos, desmerecidos, estigmatizantes, transitorios,
permanentes, lapidarios, incongruentes y/o
heredados.
Te pueden acompañar desde la niñez hasta la vejes, pueden
ser desde una ligera ocurrencia, hasta una pesada lapida que acompaña al
poseedor del mismo por toda la vida, pudiendo borrar toda traza de personalidad
del individuo y quedándose siempre como “El Greñas” aunque el aludido hoy mismo
sea más pelos liso de cabeza tal cual una rodilla.
Los hay de todo tipo, aludiendo generalmente algún defecto físico
o de cualquier índole de la persona a quien va dirigido, sirven a su vez también para magnificar tal o
cual defecto, puede servir como burla a dicha persona o para distinguirlo
del resto.
Los hay:
Familiares; tío pelón,
el tío garnachas, el tío rockero (por aquello de la falta de los dedos medio y
anular), mamita, papito, hermanita de la caridad, primate (primo), primicia
(prima), etc. (todo aquello que lleve algún adjetivo de familia), etc..
Religiosos; la santa, la monja, la virgen, santa Elena
(por aquello de cada vez más buena), el mocho, el santo, el monje, el padre, el reverendo (por aquello de reverendo
pendejo), el san alejo (aludiendo lo
pendejo también), etc..
Sexuales y alusivos a
la sexualidad; el joto, el jotita,
la tortillera, la tortilla, el tripie, el cositas, el jotolon, la calienta chiles, el boiler, la
menopausias, la tetona, la chichona, la culona, el culito, etc..
Zoomorfos; El perro, el gato, el caballo, el rata, el
gusano, el burro, el torito, el buey, la zorra, la perra, la
gata, el caracol, el pollo, etc..
Anatómicos; el panzas, el gordo, la gorda, el cabezón, el
cabecitas, el huevo, el tripie, el jorobas, la Rina, el sube y baja, el
patotas, el patas, la piernuda, la chamorritos, la cinturita, el príncipe charro,
el remix (tartamudos), Elvis, el chapo, , el tapon, el bocinas, el pinocho etc..
Alusivos al cabello y
bellos corporales; güero, güerito,
güera, güerita, chino, china, pelos de elote, pelos de aguacero, el puas, puerco espín, el lacio (cuando un wey
esta súper chino), bigotes de pucha, el
oso, el gorila, el chango (aunque estos podrían entrar en zoomorfos, aquí se
refieren a el pelo del cuerpo del hombre), CJ,
Heredados generalmente
son alusivos a un negocio o taller); el tuercas, el clavijas, el tornillo, el
mofles,
Misceláneos; la
corcholata, la coqueta, el tamal, el pulques, el caguamo, el genio, etc..
Y un gran sinfín
sin clasificar, le ponemos apodo a todos y todas, nadie se salva al hermano, a
la hermana, al rimo al tio, al amigo, a la amiga, al que va pasando, al que se murió,
a la buenota, al feo, al guapo, al gordo, al flaco, al listo, al tonto, al
alto, al chaparro, al abusivo, al dejado a todo el mundo, me pregunto ¿Quién no
ha tenido un apodo? La imaginación es el límite y los mexicanos tenemos mucha
de esa, ¿Quién no ha tenido en su vida a el chaca, el tacita, el manotas, el Sinaloa,
la greñas, el pelos?, solo hay dos
reglas no escrita y son;
1. El que se
lleva se aguanta si apodas, seguro tu ya estas apodado y te aguantas.
2. El apodo debe ser lo más alusivo al defecto o a lo que se
quiera remarcar de la persona
Me gustaría regresar
en el tiempo y conocer l primer neandertal que se le ocurrió ponerle a su amigo
Grr Glll (nombre propio), el pelos, el pelambres, el alambres el barbas de …
Me gustaría saber
en donde nació esta costumbre que ahora es tan mexicana, de renombrar a sus
amigos por la hueva de memorizar su nombre de pila.
Finalmente
el apodo es un comodín en nuestras relaciones interpersonales, evita que
tengamos que memorizar muchos nombres de pila y su correspondiente apellido,
aunque hay unos tan rebuscados que era más fácil aprenderte un Pepe Pérez que
El bolsa de valores, el apodo se queda
en tu vida a veces por el resto de ella y no faltara el despistados o el gandaya,
que después de mil años de no verte, te grite en la calle
-Ehaaaa ese
mi choco cripy (por aquello de Melvin el elefante)
O tal
vez tu tendrás un dejo de amnesia y
pretendas no conocer a Javier C. cuando lo veas venir en la calle junto a su
esposa e hijos y a tu mente solo viene aquel apodo de secundaria “El Moco” y
por más que intentes recordar su nombre, brincara a tu memoria aquel apodo el
que diluirá el nombre propio de tu amigo de la adolescencia, aunque siempre te quedara el recurso de wey, amigo y compadre, ese se te ocurrirá
después que pase tu amigo y tú te estés haciendo pendejo disque contestando un
mensaje en tu Cel. Para evitar tan penoso momento.
Bueno amigos,
esta es mi percepción de lo que un apodo es, espero le haya gustado y les
traiga a la memoria a esos amigos que sus apodos, y porque no el apodo con el
cual te conocen en el pueblo.
Y si por la
calle nos encontramos y al saludarnos te digo wey, amigo o compadre, no te ofendas es que no recuerdo tu nombre y
solo me viene a la memoria tu apodo, y no es grosería ya mi memoria no es lo
que era antes y prefiero gritarte.
-ehhhhh We,
o Compadreeeee
Que referirme
a ti como, pelos, tuercas, tornillo o panzón.
Hasta la próxima historia
“Compadre”
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